Sotorrondero 2010

Sotorrondero 2010

Syrah 60% Garnacha 40%

Vino tinto con paso por madera

Bodegas Jiménez-Landi

Denominación de Origen Protegida (DOP) Méntrida

Vol. Alc. 14.5% 

Precio: 10 euros

La DOP Méntrida, que está situada geográficamente  al norte de la provincia de Toledo y se caracteriza por su clima continental y mediterráneo. En estas zona no existen los famosos saltos térmicos que, según dicen, contribuyen a la buena maduración de las uvas. En esta zona el clima es más, por así decirlo, homogéneo. La uva estrella de esta región de España es la Garnacha, y decimos región de España por que no tenemos que olvidarnos que las grandes Garnachas de la DO Vinos de Madrid, vienen de las localidades colindantes de la sub-zona de San Martín de Valdeiglesias, y es que desde el siglo XI de nuestra era hay constancia de que en la zona se elabora vino. Las garnachas en su mayoría tienen una edad media de 70 años. Es una DOP que vamos a ir probando, por que hemos constatado calidad y necesitamos conocerla mejor. La bodega Jiménez-Landi, según estuve leyendo, está llevando a cabo un trabajo que vamos a ir descubriendo, trabajan la agricultura Biodinámica y ecológica, eso ya es importante, sobre todo por el riesgo que conlleva este tipo de practicas. Utilizan mínimas dosis de SO2 y no filtran ni estabilizan sus vinos.

Llaman al Sotorrondero Vino de Pueblo, dicen que lo que intentan hacer con este vino es destacar las características de los vinos que desde tiempos remotos se vienen bebiendo en la comarca.

 A pesar de haber vivido por algunos años en Valmojado, municipio perteneciente a la DOP Méntrida, no había catado nunca un vino de la misma. 

No perdamos más tiempo y comencemos a diseccionar el vino:

Color rojo cereza intenso, vivaz y con mucho brillo. Capa media-baja.

En nariz lo primero que despunta es la fruta, la syrah y la garnacha juntas parecen dos niños retozando en el césped en un día de verano. Muy frutal, fruta negra madura, que luego van dando paso a trazos vegetales, florales (violeta) y balsámicos. Todo esto en un fondo ahumado/tostado muy agradable. Se nota el muy buen manejo de la madera y la plena integración del vino con la misma. Luego de unos minutos en la copa fue tomando un agradable aroma a toffe y algo de mineralidad. 

En boca es voluminoso y con una concentración media/alta. Es equilibrado, los taninos se conjugan muy bien con la acidez, aunque esta ultima para mi gusto está un poco baja. Es sedoso y suave, deja un post-gusto frutal Es el tipo de vino bien elaborado que te invita a conocer más de una zona y de sus hermanos mayores. Definitivamente un buen trabajo. 

Armonizaría muy bien con carnes fuertes, caza o guisos de invierno.